Sunday, January 21, 2007

APOCALYPTO, de Mel Gibson







Apocalyto es una película excelente se mire desde el punto de vista que se mire.

Como película de acción, creo sinceramente, que sus últimos 50 minutos, desde que Jaguar escapa a su destino hasta el final, es visualmente prodigioso y emocionalmente impactante. La verdad, hace tiempo que no he disfrutado y he sufrido tanto con un película.

La historia que cuenta es simple, pero no sencilla (que dijeron aquellos), una historia que se ha repetido en miles de ocasiones y que tiene que ver con la supervivencia, y el instinto más básico de proteger a los tuyos y de sobrevivir a toda costa para proteger a los tuyos.

Y es en esa parte de la película donde Mel Gibson utiliza la parquedad sin artificios, para crear una empatía con el espectador a prueba de todo.

Y es precisamente esa parte de la película la que logra transmitir a través de detalles sutiles y prodigiosos.
Desde la complicidad de los hermanos que bromean entre ellos porque uno no logra dejar embarazada a su esposa (sino de todo hombre que se preciara), la bucólica vida en la aldea, el encuentro con el MIEDO (que representan la tribu con la que topan en el bosque y que profetiza lo que les tocará pasar a ellos minutos más tarde), la madre que mira a sus hijos con desespero cuando la llevan atada como un animal, esa mirada que al mismo tiempo muestra la pena ded no volver a verlos más y de haberles fallado a partes iguales, la niña, que cuando finalmente ve que no puede seguir a su madre, rodeada de los hijos de todas las demás madres, grita que ella se ocupara de los niños, que será la nueva madre de todos, el niño que profetiza la tragedia, Jaguar, atado, mirando a su padre (mirada que supone su irremediable muerte) y errando una segunda vez de nuevo con la mirada, si bien en esta ocasión no con un destino tan fatal.
Y de entre todas ellas, una secuencia que culmina con la esperanza para todos, en un mundo, como dice la excelente frase del historiador prólogo de la película, destruido a sí mismo por dentro, una secuencia que aglutina amor, vida, esperanza, trascendencia .... El parto bajo el agua de la compañera de Jaguar. Uno de los momentos más bellos que he visto en los últimos años en el cine.

Lejos muy lejos de la realidad quedan las afirmaciones de los detractores de Mel Gibson hablando de la supuesta violencia extrema de la película. ¿Donde está?. No. No existe. Existe la violencia propia de una civilizacion violenta, de una epoca violenta en la que la superviviencia exigía emplear la violencia. No más. Mel Gibson no se recrea en la violencia. Muestra la violencia de unos personajes al borde de la extinción.

Y lejos, muy lejos, queda la afirmación de aquellos que decían "No vayais a verla españoles, quedais como lo peor". No. Gibson lo dice. Ninguna civilización es conquistada desde fuera hasta no estar destruida por dentro. La civilización maya se destruyó a sí misma por su afan de ser más, de poseer más y sobre todo de luchar contra ellos mismos.

Magnífica la secuencia de la llegada de los españoles. Esa mirada y reacción de los protagonistas equiparable a la de ver un OVNI en plena Plaza Mayor. Excelente.

No hay nada peor en esta película. Solo he conseguido ver virtudes: cinematograficas, muchas; interpretativas, todas; argumentales, las mismas.


Solo he conseguido ver genialidad.

No comments: