De plena actualidad por la Ley de recuperación de la Memoria Histórica, una gran película sobre una de las muchas grandes tragedias a las que dió lugar la maldita guerra civil.
Un suceso cuando menos deshonrroso e incontestable en su mostruosidad que con gran eficacia y sólo cayendo en el justo y necesario sentimentalismo, que nunca sensiblería, es narrado por Emilio Martínez lazaro.
Los jovenes actores realizan excelentes interpretaciones destacando de entre todos la grandísima Pilar Lopez de Ayala, la mejor actriz actual de nuestro pais y casi me atrevería decir que de muchos años.
Muy lograda la presentación de cada uno de los personajes, la recreación de la situación carcelaria, los ideales, en algunos de los personajes mostrando precisamente la inocencia de los 15 años (cuatro de ellas eran menores), o incluso la falta de ideales en el personaje de Pilar López de Ayala, que como muy bien dijo en la carta que redactó para su hijo antes de morir, además de pedirle que nunca les guardara rencor a sus asesinos (harto imposible), recordara que su madre moría simple y llanamente por "ser buena" (una católica a ultranza y votante de derechas cuyo unico "delito" fue ayudar economicamente a un compañero musico de su marido que al ser de izquierdas debía escapar). Fue asesinada por realizar un acto cristiano que era lo que el Regimen se suponía quería preservar. Maldita hipocresía.
Excelentes los momentos bucólicos del film, que en pequeños detalles retratan cuan importante era para todos los presos los atisvos de libertad.
Creo que es imprescindible. Y no sólo por recordar una historia trágica de nuestro pasado, sino porque la hunmanidad que destila es digna de destacarse.
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